miércoles, 19 de agosto de 2015

Alguien que te escuche.

             Cuando atravesamos momentos complicados, procuramos buscar recursos para salir adelante, ya sean en uno mismo o en situaciones que puedan ayudarnos en esos momentos para poder superar las dificultades que se nos presentan: ya sean en la pareja, en los padres, en las amistades, o simplemente en la gente que puedan ayudarnos
            Cuando alguien te escucha realmente sin juzgarte, sin tratar de responsabilizarte de ti ni querer cambiarte, sientes algo maravilloso. Cuando nos prestan atención, nos escuchan, somos capaces de percibir el mundo de una manera nueva y seguir adelante.
             Resulta sorprenderte ver que algo que parecía no tener solución, la tiene cuando hay alguien que nos escucha. Y así, todas las cosas que parecían irremediables se convierten en un río que discurre prácticamente sin trabas por solo el hecho de que alguien se ha dignado escuchar tus palabras.
             Siempre andamos buscando a esa persona que nos enseñe un nuevo sueño puesto que la vida nos cansa de ver tanto desastre. Alguien que nos haga ver una realidad distinta, un sueño seguro, cálido, duradero, de los de toda la vida. Si, son sueños de esperanza, en el que al recostarme, pienso que todos podemos ser felices.
           Toda la vida ando buscando ese lugar, que no existe en los mapas. Mi equipaje no es muy cargado, solo la palabra, la lectura y la poca, y triste experiencia que la vida me ha puesto por delante. No creo que necesite más para ese viaje a un destino tan lejano o quizás tan cercano: ¡quién sabe!
           Todas las relaciones son fundamentales, no somos individuos que hayamos nacido para vivir aislados. Todas las relaciones nos afectan, en lo positivo y lo negativo, por eso es importante cuidar las amistades, para dar y recibir lo mejor de ellas.
           Deberíamos a aprender a remendar los “rotos” que la vida nos produce. A pegar esos trocitos de sueño olvidados por el tiempo. Inventar algo nuevo, encontrar algo distinto, alguien que me escuche a buscar la paz en la tormenta de esta vida, para poder ver algo de tranquilidad, ante tanta incertidumbre. Por decirlo de otra manera: encontrar la fuerza dentro del miedo.
           Creo que en realidad nos cuesta reconocer que estamos mal. Siempre que nos pregunta ¿Cómo estás?, todos respondemos; “Bien, vamos tirando”, aunque puede que generalmente no es así. Ponemos una barrera ante nuestras emociones y silenciamos. Para salir adelante, es importante responsabilizarnos de nosotros mismos, cuidarnos y cuidar las relaciones con los demás. Tenemos que mirarnos para ver en cada momento como vamos, que estamos haciendo y cómo podemos mejorar nuestra situación ante nosotros mismos y antes los demás  Para eso, es de vital importancia encontrar a esa persona que nos escuche y nos comprenda,  que nos haga ver la fortaleza en medio de esa debilidad que nos embarga y el brillo en esa oscuridad, donde nunca lo vemos.

 Meditación: Lo importante no es escuchar lo que se dice, sino averiguar lo que se piensa.

 

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